El responsable de la guardia para adultos del Hospital Italiano de Buenos Aires, Hugo Peralta tiene cara de cansado. Con una barba que está empezando a encanecer, estatura más bien baja y el guardapolvo desabrochado, parece razonablemente obsesionado con investigar los conceptos que pueda aplicar a la tarea de la Central de Emergencias del Hospital Italiano, que en diciembre cumple 150 años. Sin embargo tiene un tiempo para nosotros.
-¿Qué diferencias encuentra entre las tareas del médico de emergencias y otras áreas de la medicina?
- El trabajo que hacemos todos en este sector es bastante informal, porque la medicina de emergencias no es una práctica reconocida.
La idea correcta es pensar que la emergencia es una situación en la que cualquier persona percibe un cambio en su estado de salud que lo considera un riesgo y lo que hace es solicitar ayuda ya.
Viene un conjunto de gente que me dice que se siente mal y tengo que elaborar una estrategia para saber en realidad cuál es el tiene un riesgo mínimo y a cuál hay que internarlo.
-¿La tarea profesional en la central de emergencias es más excitante que otros tipos de tareas médicas?
- El escenario pasa porque nunca se sabe quién viene, qué problema va a llegar, entonces uno juega con situaciones un poco más espectaculares. Pero cuando una persona ya está entrenada y está segura, en realidad lo que hace es disfrutar de los resultados de lo que está bien hecho como cualquier otro.
¿Cómo fue que eligió la medicina como trabajo?
- Fue a los 18 años. Por el espíritu inquieto más la idea de poder hacer algo por otra persona. Tenía mucho idealismo e imaginaba un desafío permanente por la constante evolución de la medicina.
